Érase una vez una hormiga obrera mayor perteneciente a las denominadas "hormigas de fuego" que vivía tristemente en una colonia presidida por la gran reina Stalina. Se pasaba el día espiando a las hormigas sospechosas de "republicanismo", intentando encontrar pruebas en contra de ellas, para luego aplicarles las consiguientes torturas de feromonas cianuríticas. Ya que como tenía muy inculcado en su diminuto cerebro desde que era una larva, "las hormigas que piensan diferente a la reina Stalina son especialmente peligrosas para la expansión de la Colonia Este". Desde pequeña la llevaron a la escuela staliniana, luego cuando fue adolescente estudió en la Universidad Ciencias Espiales y Tortúricas, siendo una de las mejores estudiantes de su generación, consiguiendo al terminar el trabajo más considerado en su colonia, jefa de la organización llamada HormigaStasi (organización que vela para la seguridad de la reina Stalina y sus súbditos).
Desde que empezó a trabajar, su vida se redujo a la de las demás, ya que se pasaba todo el tiempo espiando a otras hormigas. Un día le dieron una importante misión, vigilar a una hormiga obrera menor escritora acusada de supuesta artista contraria al reinado stalín. Pasaron los meses y la hormiga sospechosa no daba ninguna señal de malhechora. La hormiga espía escuchaba durantes horas y horas, días y días las conversaciones que tenía la hormiga escritora con su hormiga novia y con sus amigos: "- yo creo que las hormigas pueden cambiar, no creo en la maldad en sí" "-si, soy idealista, y no entiendo como a la reina Stalina le pueda emocionar un concierto de HormigoMozart haciendo lo que hace a través de la HormigaStasi" "no puedo creer cómo mi mejor amigo se haya suicidado, me creía que no llevaba tan mal lo de estar desterrado de la colonia"... conversaciones poco incrimantes, poco importantes para condenarles ni a un pequeño chute de ácido metanoico. Y los meses iban pasando, y la hormiga espía escuchaba y escuchaba, poco a poco se fue convirtiendo en uno más de la familia artista. Y un día lloró con una discusión entre la pareja de hormigas, y un día no pudo evitar ayudarles cuando estuvieron a punto de separarse, y un día deseó estar a su lado mientras estaban haciendo el amor, y un día no dudó en salvarles al enterarse de que la hormiga escritora estaba tramando un ataque a la reina.
Fue hasta la reina Stalina, con el informe donde reflejaba la culpabilidad de la hormiga escritora. Y se quedó muda, sin poder articular palabra, mientras destruía el informe con sus garras tarsales.
La hormiga escritora tenía razón: las hormigas pueden cambiar.
lunes, 12 de marzo de 2007
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4 comentarios:
això que és? versió "la rebel.lió dels animals" de la vida de los otros????
esper que no ho llegesqui ningu que vulgui veure sa peli...
bon resum des d'un punt de vista molt original!
un beso tonina!
No l'he llegit ni el llegiré. Ara be, no m'ho posis tan difícil: actualitzaaaaaaaaaaaaaaaa!
Eii... Tonina, felicitats. T'has parat a pensar que si les formigues en lloc de ser de l'Est fossin del Cono Sur, podria sortir un fantàstic text per el teatro por la identidad.???
Petonets
q bo silvi!!!! moltes gracis per entrar i deixar la teva emprenta...muaaaaa
pau, donam temps, viag de bòlit...ves a veure sa peli!!!!! a veure si entre avui i demà actualitz...
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