domingo, 14 de septiembre de 2008

Pequeñas entelequias


1
Creí haber divisado una
luz.
Allí, a lo lejos.
Cuando me acerqué,
resultó ser un simple y fugaz
destello.

2
Creí haber escuchado tu
grito.
Escapémonos.
Cuando me dí la vuelta,
resultó ser un simple y fugaz
delirio.

3
Creí haber acariciado la
felicidad.
Y esta vez, con certeza.
Cuando la quise anidar en mi corazón,
resultó ser un simple y fugaz
sueño.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

quina passada!
m'ha agradat molt :)

segueix creant

santos dijo...

Y creer verlo, escucharlo y acariciarlo no es una forma de existir?

Deja que sean tus ojos los que dibujen la ilusión,
tus oídos los que la canten,
y tus manos las que la abracen con fuerza y no la suelten.

:*

tonina dijo...

guau,
solo decir,
que no hay nada mejor
que un comentario
tan
visual,
tan auditivo,
tan táctil,
tan feliz!!!!
muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa