Vuelvo,
vuelvo a casa,
soñando con esa magdalena mágica
capaz de evocar los recuerdos más valiosos:
la mesa larga rodeada de canciones, risas y complicidades,
las conversaciones hasta altas horas de la madrugada,
las discusiones intensas sobre temas banales,
las despedidas de etiqueta,
las bienvenidas a ritmo de vals.
Vuelvo,
vuelvo a casa,
deseando que mi sensación de larga ausencia,
allí,
tan sólo haya sido un breve latir,
un fugaz pestañeo.
jueves, 6 de diciembre de 2007
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1 comentario:
...i tot l'enyor del món baixa a fer-me companyia.
:-)
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