Un día cogiste ese tren.
Te abrazaste fuerte a aquella mano,
y te secaste las lágrimas en el camino.
Te fuiste lejos para avanzar
y seguir tu estrella.
Aquella estrella que iluminaba tu mirada.
Dejaste atrás
tu pasado
guardando tus recuerdos en aquella vieja maleta.
Nunca pensaste en regresar.
Pasó el tiempo,
y la ilusión de una nueva vida
eclipsó tu nostalgia.
Cuando te sentiste fuerte
decidiste volver,
y todo había cambiado.
Tus cosas ya no estaban,
tu gente no te reconocía,
y te sorprendías hablando con antiguas fotografías.
Ahora escribes uno a uno
todos tus recuerdos
empalmándolos como si fueran fotogramas,
y así,
tener sensación de continuidad,
aunque sólo sea una ilusión retiniana.
domingo, 7 de octubre de 2007
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3 comentarios:
El món se mou, i no es pot aturar. Depèn d'un mateix sabre entendre que les coses canvien, però gaudir de la nostàlgia del faune mutilat...
Tonina
me llega al alma lo que escribes... no sé que decir... seguire u blog no lo cierres nunca..
jo, verónica, muchas gracias, acao de descubrir tu mensaje, y me ha llegado al alma también!!!
un abrazo
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