domingo, 25 de febrero de 2007

¿Y si la felicidad recayera en un paraguas?

Se acabaron los tiempos de oscuridad y penumbra. Al fin todo tiene sentido, al fin todo encaja. Y hace un timepo quién me hubiese dicho que la solución a mis problemas estaba en un objeto tan simple como un paraguas, le hubiese tachado de encefalograma plano. Pero el error me hubiera costado la vida. Cómo pude estar tanto tiempo con la venda en los ojos, buscando la verdad de las cosas en el mundo de las ideas de Platón. Nos pasamos toda la vida mirando más allà y tenemos el secreto de la chispa de la vida ante nuestros ojos: el paraguas. Ese objeto que tanto infravaloramos, utilizándolo sólo para resguardarnos de la lluvia. ¿Pero es que soy la única que he descubierto las mil y una funciones de este utensilio aparentemente unifuncional?
Desde que descubrí el potencial del paraguas, mi felicidad está garantizada. Todo empezó un día en que el cielo amenazaba derramar sus lágrimas sobre el mundo, y decidí llevarme el paraguas, por si acaso se me presentaba la oportunidad de protagonizar un "singing in the rain" ante cualquier farola de cualquier calle encharcada. Y como ya sabemos todos, no hay detalle más estimulante para el dios meteorológico, que el que salgas a la calle con un paraguas, para que haga brillar al sol más que nunca. Así que una vez más el destino me estaba jugando una mala pasada. Tenía dos opciones: sentime inútil una vez más ante tal injusticia de la vida cargando con el paraguas de un sitio a otro como quien carga con un muerto de 100 kilos en una carrera de atletismo, o rebelarme levantando el paraguas con un grito de guerra y buscarle alguna utilidad retando a la mismísima Mary poppins. ¡Eureka! "Ya está" pensé, "si Mary poppins convirtió su paraguas en un loro-helicóptero,¿porqué no podía yo hacer lo mismo? "Y casi sin darme cuenta un mundo nuevo empezó a crearse delante de mis ojos, un mundo donde todo es posible. Navegué a bordo de mi paraguas hasta llegar a una isla llena de payasos e hipopótamos. Cacé con este nuevo cazamariposas improvisado las más bellas mariposas, y después de explicarles mi secreto se las devolví al cielo. Observé las más lindas estrellas a través de mi paraguas-catalejo. Me enamoré locamente de un payaso llamado Otto, y experimenté el más sincero amor con mi corazón-paraguas. Hice una fiesta con los hipopótamos, haciendo explotar fuegosartificiales-paraguas en el cielo.

jueves, 22 de febrero de 2007

La insignificancia del ser

Escenario vacío. Música ambiental: se van alternando intervalos de silencio con el ruido incansable de una pala dando golpes a una piedra.
Si los pensamientos se oyeran el público escucharía lo siguiente...

HIJO: Por favor deje un agujero, no lo tapíe del todo para siempre. Tengo miedo de que mis recuerdos no sean suficientes para mantenerlo vivo para siempre. No sé cómo voy a afrentarme al mundo sin sus quejas, sin sus manías, sin sus lamentos.
NIETO: Mi padre está llorando. ¿Cómo se consuela a un padre? ¿Le abrazo? Nadie me enseñó nunca a consolar.... ¿Cómo debía ser de joven? ¿Cómo yo? ¿También se creía indestructible? ¿También quiso comerse el mundo?
ABUELA: Cómo pasa el tiempo. ¿Y el próximo quién será? Ya empiezo a ver mi nombre grabado en la piedra, ya empiezo a sentir los golpes de la pala sobre mí.

lunes, 19 de febrero de 2007

Hay detalles que nunca fallan

Vuelvo volando a casa esquivando nubes de algodón.
Llego a mi escondite despistando a todas la hormigas durmientes.
Y empiezo la inmersión. Las tiras de celofán me hacen cosquillas en la nariz .
Y ¡zas! se hizo el silencio.
Y si tuviese que elegir una banda sonora, ¿cuál escogería?
...
seguramente sería "robinet Cellophane " de Jean Michel Bernard.